LAS ESCUELAS DE PRIMARIA


La escuela primaria en Colombia fue una de las instituciones que a lo largo del siglo XIX tuvo sus cambios, a diferencia de la escuela colonial que básicamente se determinaba por los estamentos tradicionales de la monarquía española y los valores tradicionales de la iglesia católica, la escuela republicana fue una institución que divulgó la instauración de la República y permitió conocer a la sociedad en general los principios modernos del Estado como las leyes, la libertad e igualdad, elementos que ayudaron a formar e instruir a los nuevos ciudadanos en las escuelas, colegios y universidades. Así mismo, la escuela fue comprendida como una respuesta a las necesidades del periodo, como el formar ciudadanos, insertar a la sociedad en el pensamiento del progreso y así mismo como herramienta e institución necesaria para alcanzar la modernidad en el nuevo orden mundial[1].

En la época regeneracionista y según la reforma educativa de 1886 las escuelas primarias tenían por objeto formar  hombres instruidos suficientemente en los conocimientos elementales, sanos de cuerpo y de espíritu y agregaba que debían ser dignos y capaces de ser ciudadanos útiles al país. 


Clases de escuelas primarias


Según el decreto 595 de 1886 cada distrito debía por lo menos organizar una escuela elemental para varones, pues esta era una condición para ser reconocido como distrito municipal, como también de establecer las escuelas superiores que pudieran sostener. De igual manera las autoridades municipales estaban en la obligación de crear una escuela para las niñas quienes recibían educación gratuita desde los siete hasta los quince años de edad como lo señalaba el reglamento. Teniendo en cuenta lo anterior las escuelas primarias se clasificaban en urbanas, rurales y alternadas.

Las escuelas urbanas


Fachada principal del Colegio Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en Silvia-
Cauca. Fuente: Imagen tomada por Cartene Borboes Ojeda 
Estas escuelas se establecían en las ciudades o en las cabeceras municipales de los distritos y funcionaban tanto para niños como para las niñas. Los gastos que demandaban las escuelas urbanas para varones, estaban a cargo del distrito municipal, como también el mobiliario y los edificios que se empleaban para estas escuelas. La dirección podía estar a cargo de un maestro o una maestra de respetabilidad y conducta virtuosa. Referente a las escuelas urbanas para niñas su sostenimiento estaba a cargo de los departamentos, aunque por falta de recursos económicos solo en algunos distritos se podían establecer. A cargo de la dirección de estas escuelas solamente debían estar maestras de notoria respetabilidad y buena conducta. En ambas escuelas tanto de varones como de niñas se enseñaba cursos de lectura, escritura, lecciones objetivas, religión, cálculo, gramática, ortografía, dibujo, urbanidad, aritmética, geografía, historia patria, historia sagrada y agricultura, esta última se cambió en el pensum de las escuelas para niñas por la asignatura de costura, bordado y tejidos. 



Patio interior del Colegio Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en Silvia-Cauca
Fuente: Imagen tomada por Cartene Borboes Ojeda
Dentro de las escuelas urbanas también se encontraban las escuelas anexas y privadas. En relación a las primeras estas se establecieron a partir de la creación de las Escuelas Normales para hombres y mujeres hacia 1872 en la época liberal y básicamente eran los establecimientos donde realizaban las prácticas los maestros y maestras destinados a la enseñanza en las escuelas primarias y colegios, se encontraban ubicadas por lo general contiguo a las instalaciones de la Escuela Normal. Respecto a las escuelas privadas los registros encontrados sobre estas son muy pocos, aunque estas también debían ser visitadas por los inspectores para conocer las condiciones físicas y de personal idóneo para enseñar. Estas escuelas eran dirigidas por personas reconocidas de la localidad de buena conducta, cristianas y que tuvieran conocimientos en escritura y lectura como en matemáticas. También estuvieron presentes en la educación privada las comunidades religiosas que se ocuparon de la formación de la clase alta de la sociedad y en menor medida de la población más humilde. 

Las escuelas rurales

Maestro en su escuela rural. Fuente: www.elcampesino.co/la-escuela-rural-no-puede-seguir-repitiendo-el-curriculo-urbano
Para que se pudiera establecer una escuela rural esta debía estar ubicada en un caserío a más de tres kilómetros de distancia de la cabecera del distrito municipal y debía contar por lo menos con veinte niños que debían asistir constantemente. El sostenimiento de estas escuelas estaba en manos del gobierno departamental y según el reglamento para las escuelas primarias se dictaban las siguientes materias; lectura, escritura, religión, aritmética, nociones de geografía, urbanidad, agricultura y costura para las niñas. Otra de las características de las escuelas rurales es que no solo era para los niños sino también para los adultos, pues había la necesidad de que toda la población recibiera una formación básica, así pues se alternaba la instrucción. Los adultos solo recibían clases sobre el aprendizaje del idioma español y sobre la doctrina cristiana, mientras que a los niños se les enseñaba estas materias y se profundizaba en urbanidad, agricultura y aritmética.     

Las escuelas alternadas

Esta clase de escuelas no eran muy recurrentes y solo se establecían en distritos y caseríos donde por cuestiones económicas o por falta de estudiantes no se podían abrir escuelas para los varones o las niñas, igualmente el inspector provincial de la localidad debía dar el visto bueno para la creación de estas escuelas. La dirección de estas recaía generalmente en maestras respetables de buena conducta y moral, quien enseñaba en horarios flexibles dado a su característica de ser alternada. Respecto a las materias de enseñanza están eran las mismas que se dictaba para las escuelas rurales y el sostenimiento estaba a cargo del departamento. En relación a la provisión de los útiles y textos escolares todas las escuelas los recibían directamente del gobierno central por intermedio de las Inspecciones Generales en cada departamento. 
   



[1] Narváez Moreno, Gabriel David. El estado de la Instrucción Pública en la Provincia de Popayán, 1826-1849. Tesis de grado, Universidad del Cauca, Popayán, 2013, p. 42.    

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